De excursión

julio 15, 2009


Escribí esta historia hace ya unos años, estando en segundo de la ESO.

Lucía estaba de excursión con sus compañeros de clase. Dura
nte la merienda se ausentó por un instante para buscar una papelera, cuando volvió no había nadie. Sólo estaban las marcas de las ruedas del autobús. Lucía se preguntó qué podía haber pasado. Vio que además había restos de comida y que las mochilas de sus compañeros estaban allí. Se extrañó mucho al verlas y no ver a nadie. Se sentó a terminar de comer y escuchó que algo se movía entre los matorrales. Se acercó sigilosamente. Ya nada se movía, pero continuó andando, atravesó los matorrales y cayó por un gran y profundo agujero.

Aquel gran agujero le llevó hasta un OVNI. Se quedó con la boca abierta al ver a sus compañeros metidos en unos tubos llenos de cables. No había nadie más que ellos. No sabía qué hacer. Estaba observándola cuando se dio cuenta de que faltaba uno. Tenía que salvar a todos pero no sabía cómo. Así que decidió explorar qué podía encontrarse en aquella nave extraña.

Salió de la sala. Se encontraba en un pasillo, el cual tenía puertas tanto a la derecha como a la izquierda. Abrió la primera puerta a la derecha lentamente, pero cuando oyó voces tras la puerta la dejo abierta un poco, no entendió de lo que hablaban pero supuso que estaban dialogando sobre sus compañeros. Tenían a uno de ellos, Bob, el mejor amigo de Lucía. Le estaban tomando medidas de su cabeza. Vio la cara de su amigo. Estaba temblando, sudoroso. Se dio cuenta de que su amiga estaba tras la puerta pero no dijo nada. Los dos extraterrestres se acercaron donde estaba Lucía. Por suerte no la vieron. Cuando estuvieron lo suficientemente alejados Lucía entró en la sala en la que estaba su amigo.

Lucía le preguntó cómo habían llegado hasta allí.

-Estábamos comiendo cuando de pronto oímos un ruido extraño y vimos que algo bajaba. Nos quedamos con la boca abierta, nunca nadie había visto algo así. Al momento bajaron los mismos que estaban aquí y nos llevaron a todos con ellos y ahora están experimentando con nosotros. No tengo idea de lo que quieren. ¿Pero y tú cómo has llegado hasta aquí?

-He caído por un agujero.

-Oigo pasos, escóndete, rápido, creo que ya vienen-interrumpió a Lucía.

¿Qué queréis de nosotros?

-¿Qué queremos? ¡Queremos vuestros cerebros, ahora!, ¡Cállate! ¡Ven con nosotros!

Antes de que se lo llevaran Lucía salió de su escondite.

-No. Él no va con vosotros. Él se queda conmigo.

-¿Tú quién te crees que eres para venir aquí?

-Soy su amiga y no dejaré que le hagan daño. Ni a él ni a ninguno de mis compañeros.

Los dos amigos hablaron en su idioma. Parecían que tenían intenciones de coger a Lucía pero...

-¡Corre!-gritó Lucía a Bob.

Los dos corrieron hasta llegar a un cuarto y rápidamente cerraron la puerta, encendieron la luz y vieron que aquel cuarto tenía dos camas y una ventana, no había nada más. Pronto se dieron cuenta de que querían entrar y se vieron atrapados. No veían ningún sitio por el que salir. Estaban ansiosos por salir de allí. De pronto Bob vio una rejilla en el techo, encima de una de las camas. La abrió y justo a tiempo, antes de que hubiera entrando consiguieron subir.

Salieron donde estaban sus compañeros. Se les ocurrió sacarlos pero en ese momento llegaron cuatro extraterrestres. Uno de ellos cogió a Lucia pero antes de que se dieran cuenta Bob se escondió.

-¡Sal! Enano, sabemos que estás ahí.

-Déjalo, ya saldrá cuando quiera.

-¿Qué hacemos con ella?

-Tenedla vigilada, es muy lista. Bien, tú, conduce.

-Lucía, Lucía-llamó Bob susurrando-Estoy aquí. ¿Qué quieres que haga?

En un instante salieron de la Tierra. Mientras tanto, los demás compañeros se fueron despertando. Bob y Lucía que se dieron cuenta les dijeron que siguieran haciéndose los dormidos y mientras Bob les iría desatando y quitando los cables. Lucía para despistar a los cuatro les preguntó cómo se conducía la nave. Mientras uno se lo explicaba, otro la vigilaba y los demás como veían que sobraban se marcharon. Bob terminó con sus compañeros que sigilosamente fueron saliendo por la puerta. Lucia preguntó dónde estaban los servicios y uno de ellos la acompañó. Bob se quedó sólo con el otro extraterrestre. Cogió uno de los cables y se lo enroscó en el cuello, y se enfrascaron en una lucha terrible. Mientras tanto, Lucía acompañada del otro volvía a la sala de mandos. Lucia dio una patada al extraterrestre y corrió a ayudar a su amigo. Consiguieron enroscar el cable al cuello y ahogarlo, pero Lucia se vio atrapada en las garras del otro.

Nadie lo sabía, nadie se había dado cuenta pero había alguien escondido detrás de uno de los tubos. Era una de las amigas de Lucia y Bob. Salió del escondite con una bolsa de plástico y una cuerda con la que ató al extraterrestre. Con la ayuda de los tres tiraron al espacio a los dos. Pero aún quedaban dos.

-¿Qué haces aquí? ¿Porque no has salido junto a los demás?

-Tenía que ayudaros. Una amiga nunca deja a sus amigos solos y menos cuando necesitan ayuda.

-Gracias, salgamos de aquí. Tenemos que encontrar a los otros

-Yo sé dónde se encuentran. Les he dicho que fueran a la segunda puerta a la derecha. Vamos para allá.

Entraron en la segunda puerta y vieron que estaban allí. Entre los tres les contaron lo que tenían pensado y así Lucía se fue a buscar a los otros dos para decirles que los necesitaban en la sala de mandos y que tenían que ir rápido. Mientras, unos le esperaban en la sala, otros a la derecha y a la izquierda.

Cuando entraron en la sala vieron que no estaban sus jefes y decidieron irse hacia atrás, pero unos pocos les esperaban. Al mismo tiempo salieron por su derecha e izquierda. Se vieron atrapados. Todos corrieron hacia ellos y les ataron con cuerdas y les echaron al espacio.

Celebraron que se libraron de los extraterrestres. Ahora tenían que volver a casa. Lucia y Bob se quedaron al mando conduciendo aquella nave. Pero ninguno sabía.

-¿Te acuerdas de algo de lo que te dijeron?

-No mucho… estos mandos… creo que sirven para... ¿Girar? A ver… ¡sí!

-Bien entonces lo demás está chupado.

Controlando aquella nave al fin consiguieron llegar a Tierra. Hicieron fotos de la nave y llamaron a la NASA, la cual se quedó con el OVNI y otorgaron un premio a los chicos.

 

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