Miré los posos del café,
miré la bola de cristal,
miré las cartas,
leí las líneas de mís manos.
No sé si vi el pasado,
ni si vi el presente.
Ni siquiera,
si lo que vi era el futuro.
Tan solo sé que te vi
tan solo sé que te veo,
que no dejas de estar en mí.
miré la bola de cristal,
miré las cartas,
leí las líneas de mís manos.
No sé si vi el pasado,
ni si vi el presente.
Ni siquiera,
si lo que vi era el futuro.
Tan solo sé que te vi
tan solo sé que te veo,
que no dejas de estar en mí.
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