Noche estrellada

Esta es la historia
de un payo y una gitana
contada por la luna.

Luna, gitana y desolada
que llora desconsolada
al escuchar los secretos
de boca de la mujer morena.

Era noche estrellada,
estrellada y oscura
en la que aquel payo
buscaba la libertad,
noche en la que el payo
salió de donde entró
por un asesinato
que no cometió.

Era  noche estrellada,
estrellada y oscura
y sus veloces piernas
el bosque recorrieron
hasta pararse embrujados
por el hilo de la musica.

Tras los matorrales se escondió,
y apartando sobrantes ramas
una joven baliando vio.

Poseida por aquella melodía
su cuerpo sin dueño movía.
Hasta donde estaba se acercó
y una vela, sin mirarle, dejó.
Sin saberlo su aliento notó.

Aún sigue encendida aquella
y sin explicación
en el mismo lugar sus huellas.

El patriarca cuenta se dio
y hasta donde estaba miró.

Tras él se fueron
y de nuevo lo que su vida es recordó.
Huir, huir, y huir de todo,
y de todos.
Pistolas, y navajas volaron
más atraparlo no pudieron.


De nuevo, noche estrellada,
estrellada y oscura
cuando la misma luna,
las mismas estrellas,
alumbraban la noche.
.
Volvió, y esperando
en el matorral se escondió
y cuando hubo perdido esperanza,
ella apareció
con la melena suelta.
Y sus ojos esmeralda
cómplices, se cruzaron
con aquellos otros negros
que la miraban embelesados.

No hicieron falta palabras.
La cogió, y llevándosela,
corrieron hasta perderse.

Mas la luna, gitana y desolada
sigue llorando desconsolada
pues la gitana regresó,
más el payo desapareció.
Pues algo no vio nuestra luna
que hubo de contárselo
Esmeralda.

Que al payo lo esperaban
unos cuantos de los suyos
para hacerse los justicieros
(La Liga de la Justicia los llamaban)
con la sangre del culpable equivocado.


Y de aquella noche estrellada
tan sólo quedó esta historia,
que la gitana Esmeralda
cayó a los pies de la luna.
Pues los suyos creyeron vengarla.
(Los Vengadores los llamaban)

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